Otro presunto caso de apuestas deportivas en el ascenso

El pasado martes 6 de Agosto se disputaba un encuentro entre las reservas de Fénix y Excursionistas en el marco de la fecha 19 de la Primera B Metropolitana.

El partido se mantuvo sin goles 23 minutos. La etapa inicial concluyó 3-0 y en la segunda hubo cuatro goles en los primeros 10 minutos. Tras el octavo, a los 35' el árbitro marcó el centro del campo de juego y dio por concluido el duelo. El visitante registró ciento por ciento de eficacia en sus remates al arco

El escándalo iba a tomar lugar luego de que la reserva del Ave fuera derrotada y goleada por 8 a 0, partido que fue terminado por el árbitro al notar conductas sospechosas. Ante esta decisión los jugadores de Fénix de forma inmediata fueron a increpar al árbitro.

Un dirigente importante de la institución le dijo a Doble Amarilla que la medida que Fénix se hará pública con un comunicado en las próximas horas: el club decidió rescindirles el contrato a varios jugadores y al entrenador de esa división, ante la sospecha de haberse dejado golear para cobrar una apuesta deportiva.

“Tomamos la decisión el mismo día que se jugó ante Excursionistas” reveló el dirigente y además confió que pretenden preservarse hasta que se les rescinda oficialmente los contratos a todos aquellos a los que consideran involucrados. El plantel, según se supo, reaccionó con un fuerte queja al conocer ese desenlace.

Por el momento, el club no tiene ninguna prueba fehaciente, pero ya que desde lo deportivo se tenían sospechas, se decidió tomar dicha decisión de manera rápida. Dicho dirigente afirmó que pretenden preservarse hasta que no se rescindan oficialmente los contratos.

Solamente queda aguardar la resolución del club y sobre todo esperar la salida del comunicado que explique la determinación de lo que considera una medida ejemplar frente a una situación que, de ser comprobadas las presunciones, completaría un delito.

A través del artículo 10 de la Ley N° 27.346 se incorporó al Código Penal el artículo 301 bis, estableciendo que:

“Será reprimido con prisión de tres (3) a seis (6) años el que explotare, administrare, operare o, de cualquier manera, organizare, por sí o a través de terceros, cualquier modalidad o sistema de captación de juegos de azar sin contar con la autorización pertinente emanada de la autoridad jurisdiccional competente”.

Si algo queda claro, es que no es la primera vez que pasa algo así en el ascenso y cada vez se hará más común, de no tomarse las medidas correspondientes. Lo único rescatable del caso, es que la Comisión Directiva tomó cartas en el asunto.